El amor de mi vida
Después de algún tiempo sin hacerlo, salí a caminar sola por Buenos Aires.
Caminé unas 60 quadras sin mucho destino. Sí, tenía que pasar por un lugar específico pero, sacando eso, me dediqué a tijerear las cuadras de Palermo que cruzan Juan B. Justo, pasan por Colegiales y llegan a Belgrano.
Saqué millones de fotos. Y eso que no llevaba cámara.
Que linda que es Buenos Aires, por favor!!!
Y no es porque estuve caminando por Palermo, que tiene fama de top. Siento lo mismo cuando camino por Abasto, Ballester, Hurlingham, el pleno centro...
Les juro que me late el corazón. Y, mientras camino, me doy cuenta que tengo una sonrisa tonta en la cara. Queda clarísimo mi enamoramiento. Amor platónico y real si los hay.
Me gustaría compartir con ustedes algunas de las tantas fotos que saqué con mis ojos. Pero no podría elegir una en especial. Son tantas situaciones, tantas caras, tannnntas esquinas.
Así que sale un post sin foto pero con todo corazón.
Como cuando uno es adolescente y escribe cartas de amor, sabiendo que nunca las va enviar. Y tiene esa esperanza de que el sujeto amado, por algún tipo de magia, se entere solo de que existe este sentimiento abrumador.
Buenos Aires es mi primer amor, mi amor eterno. Hay algo, tiene algo. ES algo.